Nueva energía, nuevas fiestas.

Quizás suceda que creas que has estado mucho tiempo bajo control, que nos controlan dándonos bebida barata, pornografía en internet y drogas asequibles. Te preguntas por qué el precio de la heroina no ha subido desde los años setenta y empiezas a sospechar que hay un superestado que quiere controlarnos a todos. Recuerdas cuando leíste el libro 1984 de Orwell en el que hablaba de un estado totalitario que daba a sus obreros pornografía barata, drogas baratas y alcohol barato para tenerlos controlados. Y empiezas a preguntarte si no será tanta fiesta una medida destinada a que no pensemos, que no nos rebelemos, que trabajemos para un sistema corrupto...todo ello enfocado con una cultura barata de la evasión para que no explotemos y sigamos trabajando cada lunes en nuestros cubículos de engorde como pollitos en una granja o vacas a las que ordeñan diligentemente. Creas o no bajo control, decía la canción de Barricada aquella tarde de sábado. Y como estaba claro que había que evadirse y organizar fiestas para no pensar y no rebelarse, le seguí el juego al superestado y decidí embrutecerme yo también para ser un obrero servicial y domado al lunes siguiente como tantos camaradas. Así que llamé a una agencia de despedidas de soltero y me fui de marcha conmigo mismo para olvidarme de los problemas, luego llamé a una empresa de catering Valladolid y me pegué el gran homenaje culinario. Cuando llegué de tanta fiesta cociné con thermomix unas deliciosas croquetas. Y el domingo fumado, bebido, anestesiado, comido y endrogado me metí en la cama para ser al día siguiente un borrego más del sistema, un eficiente trabajador que trabaja para pagar el enriquecimiento de unos pocos que cuando su codicia ponen en el peligro todo el sistema finaciero al final tiene que pagar los platos rotos. Pero prefería ser un borrego endrogado que un obrero resentido, que es como te vuelves cuando te estrellas una y otra vez contra un sistema injusto. Viva la fiesta. Vamos de marcha. Todos a emborracharnos. Todos a descerebrarnos. Vamos todos a no pensar y a pasarlo en grande antes de que vengan más vacas flacas y ya no nos sirva ninguna evasión para olvidarnos de los problemas porque todo serán problemas. Ave Cesar, los que vamos a tajarnos con el beneplácito del sistema te saludan.